8 cosas que no debes hacer mientras conduces

8 cosas que no debes hacer mientras conduces

Hay determinadas cosas que, por motivos de seguridad, nos parece evidente que no debemos hacer a bordo de un coche. Pero, a veces, sin darnos cuenta, nos desconcentramos con tonterías a la mínima de cambio. Cuando lo cierto es que, para conducir en seguridad, lo que hay que hacer es, precisamente eso, conducir: con la vista en la carretera y la cabeza en lo que estamos haciendo y en lo que tenemos a nuestro alrededor. 

Uno de los pequeños vicios que tenemos mientras conducimos y que no terminamos de  asimilar como un NO-NO, es mirar el móvil. Y es que no nos damos cuenta de lo poco que hace falta para perder la concentración. No nos enteramos del todo de lo fácil que es perder el control. 

Y como esa, miles: sintonizar la radio, buscar algo en la guantera, no mirar al frente mientras conducimos… Y otras menos evidentes, como estar pensando en nuestros problemas o en lo que tenemos que hacer en nuestro destino en lugar de hacer lo que tenemos que hacer. Que es, estar plenamente concentrados en la carretera. 

Sin duda lo que hay que hacer cuando conducimos nuestro Skoda no es otra cosa que, precisamente, conducirlo. Mirar dónde tenemos que mirar, y centrarnos en lo que tenemos que centrarnos. Pero como más vale prevenir que curar, hemos querido confeccionar un listado de cosas que debemos evitar, a toda costa, – y siempre que podamos -, mientras estamos detrás del volante. 

1. Hablar con el móvil. Y ya no es sólo hablar con el dispositivo pegado a la oreja, – lo cual está prohibido y puede llegar a sancionarse con hasta 200 euros y tres puntos menos de carné-, sino que, incluso hacerlo con el manos libres es desaconsejable, ya que, mientras hablamos, no estamos poniendo toda nuestra atención en la carretera.

2. Mandar mensajes. Igual que hablar con el móvil ¡sólo que peor! Porque al escribir estamos fijando la vista en la pantalla del dispositivo en lugar de en la carretera. Si tenemos que contestar a algo de forma urgente, lo más prudente es parar en un área de descanso y hacerlo en condiciones de seguridad.

3. Subir demasiado la radio. Porque la música muy alta, aunque parezca que nos está espabilando nos puede, de hecho, despistar y hacer que vayamos más rápido. Y no sólo eso, sino que, además, podemos estar perdiéndonos señales acústicas de otros conductores o de vehículos prioritarios. ¡Ah! Y luego está lo de pasarse un buen rato buscando una emisora que nos convenza. ¡No lo hagas!

4. Comer y beber. Las manitas, en el volante. Que prefieras colocarlas a las diez y diez o a las nueve y quince nos es indiferente, pero lo que está claro es que, ambas, han de estar colocadas sobre el mismo. Así que, lo de comer y beber mejor no. ¿Tienes hambre o tienes sed? ¡Sin problema! Busca un sitio donde puedas detenerte con seguridad, y haces un picnic si es necesario. Sin alcohol, claro. 

5. Fumar. No y no. Porque las manos tienen que ir en el volante, ya lo hemos dicho. Y además, porque si se desprende material incandescente de un cigarrillo podemos quemarnos o quemar los asientos del coche, multiplicando, así, el riesgo de accidente de tráfico. Y bueno, lo de que es malísimo para la salud y para el olor del habitáculo del coche, pues también.

6. Arrojar objetos por la ventanilla. Ni colillas (porque además hemos quedado en que no se fuma), ni papeles, ni chicles, ni pipas. Arrojar objetos por la ventanilla del coche puede ser peligroso para nosotros y para los demás conductores, además de no ser cívico y no digamos anti-higiénico. Y además, es sancionable.

7. Utilizar mal los retrovisores. Porque los espejos del coche no son nuestro tocador, son elementos que contribuyen a la seguridad. Por lo que, una vez ajustados, han de quedarse como están.

8. Pitar injustificadamente. Una vez más: no es cívico, no es educado, contribuye a la contaminación acústica y es sancionable.

¡Ya sabes! Al volante, concentrado, con la vista puesta en la carretera ¡y de buen humor! Porque ponerse nervioso y molestarse por lo que hacen otros conductores no nos va a servir de nada más que para ponernos en peligro y acabar arrastrando el malestar todo el día. ¿Y quién quiere tener un mal día si puede evitarlo? 

Y, ¡por cierto! Si vas con peques en el coche, aquí mismo te contamos cómo llevarlos a bordo en condiciones de seguridad ¡y entretenidos!